"ALMANAC FUE CREADO COMO UNA GUÍA VIVA DE LA CIUDAD. UN LUGAR QUE TE HAGA SENTIR Y DONDE EL CRUCE CULTURAL SE ENCUENTRE CON EL PAISAJE URBANO CONSIGUIENDO CREAR UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE."
S iempre volvemos a los lugares donde fuimos felices. Aquellos donde logramos sentirnos totalmente relajados y conectados con cada pequeño detalle, con cada rincón y fluimos con su esencia. Ese sitio en el que respiramos hondo y nos sentimos en una nube. Quizás ese haya sido el propósito principal de Almanac, un hotel boutique de ensueño en Barcelona, el cual, desde que abrió sus puertas en febrero de 2018, ha sido una clara declaración contemporánea en una ciudad que irradia pasión por el arte y el diseño.
Con 91 lujosas habitaciones, 30 de ellas suites exclusivas, cuidadosamente equipadas con modernas comodidades para crear una sensación residencial de discreto refinamiento, Almanac Barcelona es el primer hotel de la nueva marca Almanac Hotels. Situado en la Gran Vía de les Corts Catalanes, el hotel disfruta de una ubicación realmente privilegiada, a tan sólo unos pasos del Passeig de Gràcia, donde los huéspedes pueden pasear y disfrutar tanto de elegantes tiendas, restaurantes, bares y museos así como de la asombrosa arquitectura de los edificios modernistas más importantes de la ciudad. Y es que Barcelona continúa brillando a lo largo de los años con una creatividad audaz.
Desde su apertura, Almanac se ha consolidado como una referencia en el turismo de la capital catalana, consiguiendo combinar un lujo casual junto a un diseño y cuidado por cada pequeño detalle nunca antes visto en el mercado hotelero. Un pequeño oasis que fue orquestado por el destacado diseñador Jaime Beriestain, quien ha generado un ambiente cálido utilizando una gran cantidad de texturas y materiales en colores apagados con detalles en dorado y beige que consiguen una sensación de sofisticación, tranquilidad y elegancia discreta. “Se eligieron tonos apagados y dorados para los interiores, mientras que los detalles en roble y nogal emanan una sensación de calidez, y junto a la remodelación de la arquitectura fundamental y el exterior concibió dos edificios de diferentes épocas en una propiedad perfecta”, nos relata el diseñador.
Los espejos antiguos estratégicamente colocados son un complemento perfecto al uso extensivo del mármol ibicenco. En el vestíbulo, grandes ventanales integran la ciudad en el hotel, mientras que la decoración es un discreto guiño a Barcelona, con detalles arquitectónicos de la ciudad. Todas sus habitaciones cuentan con infinidad de comodidades que consiguen una experiencia premium. Desde sus camas King size hechas a medida, smart tv grande, minibar de cortesía y un espacioso baño de mármol ibicenco con tocador doble y ducha tipo lluvia independiente hasta sus rincones de lectura personalizados ubicados en los ventanales flotantes, hábilmente convertidos a partir de los antiguos balcones Julieta del edificio. Un lugar perfecto desde donde los huéspedes pueden observar el ajetreo y el bullicio de la Gran Vía. Un verdadero contraste junto a la tranquilidad que se respira en cada una de las estancias del hotel. Su gran variedad de elegantes espacios comunes se completan con su Rooftop “Azimuth”, ideal para disfrutar de un atardecer con vistas panorámicas de la ciudad divisando lugares tan significativos como La Sagrada Familia o el Tibidabo. Además, su cálido ambiente invita a degustar los mejores snacks, cocktails de autor o simplemente una agradable conversación entre amigos. Almanac destaca por su amplia oferta de eventos culturales y gastronómicos difícil de encontrar en otro lugar de la ciudad condal.
Y es que un proyecto holístico como este, necesita de una propuesta gastronómica sorprendente. Para ello, Virens se ha convertido en la guinda del pastel. Una experiencia gastronómica, liderada por el Chef Rodrigo de la Calle, con una extensa trayectoria en el mundo de la cocina.“Sustentada en los principios del cultivo ecológico, la cocina creativa, casual y versátil, Virens aboga por los productos naturales vegetales y fúngicos y las elaboraciones saludables en un espacio tan lujoso como relajado y distendido, consiguiendo una experiencia gastronómica inigualable”, nos cuenta con una sonrisa Sheila, concierge encargada de personalizar al máximo la experiencia de cada huésped.
Un restaurante que disfrutan tanto los huéspedes del hotel como todas aquellas personas interesadas en vivir una aventura culinaria diferente y desconocida hasta ahora. Sin duda, un proyecto que otorga un valor diferencial a Almanac, convirtiéndolo en una de las opciones turísticas más singulares de Barcelona. Un hotel boutique en Barcelona con una calidad suprema que, a través del trabajo exquisito y dedicación de todo su staff, consigue hacer sentir al huésped como en casa, logrando una sensación de confort, exclusividad y al mismo tiempo cercanía que consolida día a día a Almanac como un lugar para estar, sentir, vivir y especialmente, volver.
"ALMANAC FUE CREADO COMO UNA GUÍA VIVA DE LA CIUDAD. UN LUGAR QUE TE HAGA SENTIR Y DONDE EL CRUCE CULTURAL SE ENCUENTRE CON EL PAISAJE URBANO CONSIGUIENDO CREAR UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE."
S iempre volvemos a los lugares donde fuimos felices. Aquellos donde logramos sentirnos totalmente relajados y conectados con cada pequeño detalle, con cada rincón y fluimos con su esencia. Ese sitio en el que respiramos hondo y nos sentimos en una nube. Quizás ese haya sido el propósito principal de Almanac, un hotel boutique de ensueño en Barcelona, el cual, desde que abrió sus puertas en febrero de 2018, ha sido una clara declaración contemporánea en una ciudad que irradia pasión por el arte y el diseño.
Con 91 lujosas habitaciones, 30 de ellas suites exclusivas, cuidadosamente equipadas con modernas comodidades para crear una sensación residencial de discreto refinamiento, Almanac Barcelona es el primer hotel de la nueva marca Almanac Hotels. Situado en la Gran Vía de les Corts Catalanes, el hotel disfruta de una ubicación realmente privilegiada, a tan sólo unos pasos del Passeig de Gràcia, donde los huéspedes pueden pasear y disfrutar tanto de elegantes tiendas, restaurantes, bares y museos así como de la asombrosa arquitectura de los edificios modernistas más importantes de la ciudad. Y es que Barcelona continúa brillando a lo largo de los años con una creatividad audaz.
Desde su apertura, Almanac se ha consolidado como una referencia en el turismo de la capital catalana, consiguiendo combinar un lujo casual junto a un diseño y cuidado por cada pequeño detalle nunca antes visto en el mercado hotelero. Un pequeño oasis que fue orquestado por el destacado diseñador Jaime Beriestain, quien ha generado un ambiente cálido utilizando una gran cantidad de texturas y materiales en colores apagados con detalles en dorado y beige que consiguen una sensación de sofisticación, tranquilidad y elegancia discreta. “Se eligieron tonos apagados y dorados para los interiores, mientras que los detalles en roble y nogal emanan una sensación de calidez, y junto a la remodelación de la arquitectura fundamental y el exterior concibió dos edificios de diferentes épocas en una propiedad perfecta”, nos relata el diseñador.
Los espejos antiguos estratégicamente colocados son un complemento perfecto al uso extensivo del mármol ibicenco. En el vestíbulo, grandes ventanales integran la ciudad en el hotel, mientras que la decoración es un discreto guiño a Barcelona, con detalles arquitectónicos de la ciudad. Todas sus habitaciones cuentan con infinidad de comodidades que consiguen una experiencia premium. Desde sus camas King size hechas a medida, smart tv grande, minibar de cortesía y un espacioso baño de mármol ibicenco con tocador doble y ducha tipo lluvia independiente hasta sus rincones de lectura personalizados ubicados en los ventanales flotantes, hábilmente convertidos a partir de los antiguos balcones Julieta del edificio. Un lugar perfecto desde donde los huéspedes pueden observar el ajetreo y el bullicio de la Gran Vía. Un verdadero contraste junto a la tranquilidad que se respira en cada una de las estancias del hotel. Su gran variedad de elegantes espacios comunes se completan con su Rooftop “Azimuth”, ideal para disfrutar de un atardecer con vistas panorámicas de la ciudad divisando lugares tan significativos como La Sagrada Familia o el Tibidabo. Además, su cálido ambiente invita a degustar los mejores snacks, cocktails de autor o simplemente una agradable conversación entre amigos. Almanac destaca por su amplia oferta de eventos culturales y gastronómicos difícil de encontrar en otro lugar de la ciudad condal.
Y es que un proyecto holístico como este, necesita de una propuesta gastronómica sorprendente. Para ello, Virens se ha convertido en la guinda del pastel. Una experiencia gastronómica, liderada por el Chef Rodrigo de la Calle, con una extensa trayectoria en el mundo de la cocina.“Sustentada en los principios del cultivo ecológico, la cocina creativa, casual y versátil, Virens aboga por los productos naturales vegetales y fúngicos y las elaboraciones saludables en un espacio tan lujoso como relajado y distendido, consiguiendo una experiencia gastronómica inigualable”, nos cuenta con una sonrisa Sheila, concierge encargada de personalizar al máximo la experiencia de cada huésped.
Un restaurante que disfrutan tanto los huéspedes del hotel como todas aquellas personas interesadas en vivir una aventura culinaria diferente y desconocida hasta ahora. Sin duda, un proyecto que otorga un valor diferencial a Almanac, convirtiéndolo en una de las opciones turísticas más singulares de Barcelona. Un hotel boutique en Barcelona con una calidad suprema que, a través del trabajo exquisito y dedicación de todo su staff, consigue hacer sentir al huésped como en casa, logrando una sensación de confort, exclusividad y al mismo tiempo cercanía que consolida día a día a Almanac como un lugar para estar, sentir, vivir y especialmente, volver.