"NUESTRA INSPIRACIÓN PROVIENE DE EXPLORAR LAS BONDADES QUE NOS OFRECEN EL HILO DE ALGODÓN CRUDO Y OTROS MATERIALES NATURALES."
H ay algo particularmente hermoso en las cosas hechas a mano; esa sencillez que nos muestra que existen otras maneras de vivir más allá del frenesí de la vida diaria en las grandes ciudades. Hablando con Ana Holschneider, Socorro Gasca y Ariadna García, fundadoras de Caralarga, nos sumergimos en el fascinante mundo de esta marca que ha logrado fusionar la belleza natural con la artesanía más refinada. Desde su taller en la antigua fábrica textil El Hércules, en Querétaro, México, nos relatan cómo comenzó esta aventura que hoy en día sigue cautivando corazones.
"Caralarga es un taller de diseño y producción textil inspirada en los materiales crudos de la naturaleza", nos cuenta Ana con pasión. Y es que, desde sus inicios en 2014, Ana, Ariadna y Socorro han tenido claro su objetivo: conservar la esencia de los materiales naturales y resaltar sus virtudes, transformándolos en piezas de alta calidad artesanal.
Socorro nos revela cómo todo empezó con la idea de aprovechar los sobrantes de hilo de algodón y el desperdicio textil descartado por errores en la tela para crear joyería completamente hecha a mano. "Queríamos transmitir el valor de nuestras manos y destacar la belleza natural de cada material", enfatiza.
Lo que comenzó como la elaboración de aretes, collares y pulseras, pronto evolucionó hacia la creación de nuevas piezas y colecciones de indumentaria e interiorismo. Hoy en día, su catálogo incluye desde acentos decorativos para mesa, pared y piso, hasta tapices en Gran Formato, espejos, luminarias y candiles, entre otros.
"La identidad de Caralarga radica en nuestra búsqueda constante por resaltar la belleza y sencillez de nuestras piezas, que provienen en primer lugar de las manos de quienes las crean", nos dice Ana con orgullo.
Detrás de cada pieza hay un proceso de experimentación y aprendizaje constante. Ariadna nos cuenta cómo han sometido su trabajo a prueba y error desde el principio, perfeccionando técnicas y procesos junto a un equipo de cerca de 60 personas, entre artesanos, diseñadores y personal administrativo.
"Las fuentes de inspiración creativa para el diseño de nuestras piezas provienen de explorar las bondades que nos ofrecen el hilo de algodón crudo y otros materiales naturales", nos explica Socorro. Y es que, con un estilo minimalista y sencillo, logran abstraer motivos de amplios y complejos significados inspirados en la naturaleza y la rica tradición cultural de México.
Además, Caralarga ha desarrollado su propia técnica de recuperado, reutilizando los remanentes del hilo de algodón recortado para crear nuevas piezas y reducir al mínimo los desperdicios de material.
Pero no todo ha sido un camino fácil. Ana nos cuenta cómo enfrentaron el desafío de la pandemia, que les impidió producir durante un tiempo. "Fue difícil seguir adelante sin poner en riesgo a nuestro equipo", admite. Sin embargo, han sabido superar obstáculos como la falta de hilo en épocas de alta demanda y la necesidad de estructurar una planta de producción en constante crecimiento.
Respecto al futuro, Ana , Ariadna y Socorro tienen claro su objetivo: conservar y consolidar lo que han construido en estos 10 años. "Seguimos trabajando en ser más eficientes en nuestras labores y en el aprovechamiento de nuestros recursos", nos dicen. Y es que, para ellas, la clave está en seguir aprendiendo, mejorando y creciendo día a día. Caralarga tiene todavía mucho recorrido.
Texto: José María Sainz-Maza Del Olmo
Fotografías: Gloria Estefanía / Arturo Ochoa
"NUESTRA INSPIRACIÓN PROVIENE DE EXPLORAR LAS BONDADES QUE NOS OFRECEN EL HILO DE ALGODÓN CRUDO Y OTROS MATERIALES NATURALES."
H ay algo particularmente hermoso en las cosas hechas a mano; esa sencillez que nos muestra que existen otras maneras de vivir más allá del frenesí de la vida diaria en las grandes ciudades. Hablando con Ana Holschneider, Socorro Gasca y Ariadna García, fundadoras de Caralarga, nos sumergimos en el fascinante mundo de esta marca que ha logrado fusionar la belleza natural con la artesanía más refinada. Desde su taller en la antigua fábrica textil El Hércules, en Querétaro, México, nos relatan cómo comenzó esta aventura que hoy en día sigue cautivando corazones.
"Caralarga es un taller de diseño y producción textil inspirada en los materiales crudos de la naturaleza", nos cuenta Ana con pasión. Y es que, desde sus inicios en 2014, Ana, Ariadna y Socorro han tenido claro su objetivo: conservar la esencia de los materiales naturales y resaltar sus virtudes, transformándolos en piezas de alta calidad artesanal.
Socorro nos revela cómo todo empezó con la idea de aprovechar los sobrantes de hilo de algodón y el desperdicio textil descartado por errores en la tela para crear joyería completamente hecha a mano. "Queríamos transmitir el valor de nuestras manos y destacar la belleza natural de cada material", enfatiza.
Lo que comenzó como la elaboración de aretes, collares y pulseras, pronto evolucionó hacia la creación de nuevas piezas y colecciones de indumentaria e interiorismo. Hoy en día, su catálogo incluye desde acentos decorativos para mesa, pared y piso, hasta tapices en Gran Formato, espejos, luminarias y candiles, entre otros.
"La identidad de Caralarga radica en nuestra búsqueda constante por resaltar la belleza y sencillez de nuestras piezas, que provienen en primer lugar de las manos de quienes las crean", nos dice Ana con orgullo.
Detrás de cada pieza hay un proceso de experimentación y aprendizaje constante. Ariadna nos cuenta cómo han sometido su trabajo a prueba y error desde el principio, perfeccionando técnicas y procesos junto a un equipo de cerca de 60 personas, entre artesanos, diseñadores y personal administrativo.
"Las fuentes de inspiración creativa para el diseño de nuestras piezas provienen de explorar las bondades que nos ofrecen el hilo de algodón crudo y otros materiales naturales", nos explica Socorro. Y es que, con un estilo minimalista y sencillo, logran abstraer motivos de amplios y complejos significados inspirados en la naturaleza y la rica tradición cultural de México.
Además, Caralarga ha desarrollado su propia técnica de recuperado, reutilizando los remanentes del hilo de algodón recortado para crear nuevas piezas y reducir al mínimo los desperdicios de material.
Pero no todo ha sido un camino fácil. Ana nos cuenta cómo enfrentaron el desafío de la pandemia, que les impidió producir durante un tiempo. "Fue difícil seguir adelante sin poner en riesgo a nuestro equipo", admite. Sin embargo, han sabido superar obstáculos como la falta de hilo en épocas de alta demanda y la necesidad de estructurar una planta de producción en constante crecimiento.
Respecto al futuro, Ana , Ariadna y Socorro tienen claro su objetivo: conservar y consolidar lo que han construido en estos 10 años. "Seguimos trabajando en ser más eficientes en nuestras labores y en el aprovechamiento de nuestros recursos", nos dicen. Y es que, para ellas, la clave está en seguir aprendiendo, mejorando y creciendo día a día. Caralarga tiene todavía mucho recorrido.
Texto: José María Sainz-Maza Del Olmo
Fotografías: Gloria Estefanía / Arturo Ochoa