"EN LOS DEDOS DE CRISTINA Y BEATRIZ EL PAPEL FLORECE Y SU EJERCICIO SE CONVIERTE EN UNA PÓCIMA ANTIESTRÉS."
N uevos vientos soplan en Galicia desde que las hermanas Velasco Mora comenzaron a plegar el papel. Dos dobleces sencillas sirvieron para configurar el alfabeto de infinitos de Anaquiños de Papel. Del talento de doblar trocitos con paciencia, concentración y una destreza mágica han surgido esculturas que representan mundos y expresan la delicada poesía que guardan las matemáticas. Las aristas de una cafetera, el hechizo de la Navidad o la singularidad de los pétalos de una flor son algunas de las innumerables obras nacidas de su creatividad, elegancia e ingenio. La papiroflexia surgió en China, la popularizó Japón y hoy se asienta en España de la mano de Anaquiños de Papel, conquistando marcas como Cartier o Porcelanosa. En los dedos de Cristina y Beatriz el papel florece y su ejercicio se convierte en una pócima antiestrés. El valle y la montaña son las dos dobleces que en el horizonte gallego alcanzan la fuerza del Big Bang. La física de sus pliegues y el sinfín de ecuaciones que de ellas se desprenden han conseguido convertir el entretenimiento en vocación y la vocación en estilo de vida. La belleza de Oriente y el alma gallega se articulan formando el ADN de estas apasionadas artesanas.
Toda historia que se precie tiene un inicio y el de esta original marca arranca cuando Beatriz buscaba estructuras y diseños para sus clases de Arquitectura. Ahí descubrió el origami y comenzó a explorarlo creando sensacionales figuras tridimensionales de papel. Su familia se sentía tan orgullosa de lo que hacía que le animó a crear un blog para compartir sus creaciones; su nombre fue Anaquiños de Papel. Plegar se tradujo en un ejercicio de paz mental, un entorno zen al que se sumó Cristina. Entonces no contaban con referentes españoles, todas las ideas de las que se nutrían provenían de vídeos de YouTube y blogs extranjeros. Las dudas que surgían las resolvían con intuición. De esta manera brotaron las poderosas raíces de este proyecto con alma. Los vaivenes económicos que atravesaba el país, la precariedad laboral como recién licenciadas y el éxito de su artesanía fueron motivos más que suficientes para que se lanzaran a dar un paso más. Sin darse cuenta comenzaron a recibir sus primeros encargos para particulares y empresas. Tras ello les escribió Vogue pidiéndoles material para publicar en su revista. En agosto de 2014, Anaquiños desplegaba sus alas dejándose guiar por esa sensación de orgullo e ilusión que sintieron al vender su primer encargo y que nunca les ha abandonado. Es la brújula que marca su camino.
El año 2023 ha estado repleto de momentos inolvidables. Grandes marcas como Zara, Bombay Sapphire, Kave Home, Swarovski o Porcelanosa han querido contar con el talento de Cristina y Beatriz en sus campañas, demostraciones en directo y talleres. De esta forma Anaquiños ha creado una flor Muscari y volado hasta el corazón de Nueva York para crear preciosos adornos navideños. Esos días las manos de Cristina bombearon mensajes de paz y esperanza, no hubo rincón de la ciudad al que no llegasen sus ángeles de papel. Sin embargo, las hermanas Velasco Mora aún recuerdan lo duro que fueron los primeros años como emprendedoras. En esta entrevista para Ikigai Magazine nos cuentan que “hay que estar preparado para eso porque es una absoluta supervivencia y resistencia”. El apoyo más importante lo recibieron de sus padres. Cuando les pedimos un consejo para quienes se inician en profesiones artísticas nos dicen “que se rodeen de gente buena, positiva, porque los inicios son muy duros. Que hagan plan de empresa, que hagan números porque, aunque sea duro es lo mejor para ser realista y sobre todo, que confíen en ellos mismos y en su intuición”.
El proceso creativo es diferente en cada proyecto. Primero estudian con meticulosidad lo que les pide el cliente, hacen una valoración del papel, la viabilidad y las técnicas a emplear. Cristina nos cuenta que al tocarlo ya sabe para qué le puede servir. Es una sensación instintiva, “en cuanto lo veo mi mente empieza a trabajar y a pensar en cómo puedo hacerlo paso a paso”. Preocupadas por la sostenibilidad y el medio ambiente, siempre han utilizado el papel imprescindible, reciclado o procedente de bosques sostenibles. En este sentido nos cuentan que la industria evoluciona positivamente, reduciendo los litros de agua para la producción y utilizando tintes naturales. Como tendencia para este 2024 apuestan por la simplicidad, el menos es más.
Dice una leyenda japonesa que cuando pliegas mil grullas de papel se te concede un deseo. Cristina y Beatriz lo hicieron para decorar el desfile de Lorena de Dios en la Madrid Fashion Show. Treinta y cuatro mil dobleces han servido para asegurar un futuro que hoy podríamos adivinar con las iniciales de sus apellidos. Velasco Mora, el valle y la montaña. Un destino que estaba marcado en las partículas subatómicas de sus apellidos, solo había que esperar su particular Big Bang para extender galaxias enteras de flores o estrellas propias. Nebulosas de ideas coloreadas de vida.
Texto: Clara Colorado
Fotografías: @parrancho / @celiasuarez / @susanarios / @eduardo_nuca / @rayonubesol_photo
"EN LOS DEDOS DE CRISTINA Y BEATRIZ EL PAPEL FLORECE Y SU EJERCICIO SE CONVIERTE EN UNA PÓCIMA ANTIESTRÉS."
N uevos vientos soplan en Galicia desde que las hermanas Velasco Mora comenzaron a plegar el papel. Dos dobleces sencillas sirvieron para configurar el alfabeto de infinitos de Anaquiños de Papel. Del talento de doblar trocitos con paciencia, concentración y una destreza mágica han surgido esculturas que representan mundos y expresan la delicada poesía que guardan las matemáticas. Las aristas de una cafetera, el hechizo de la Navidad o la singularidad de los pétalos de una flor son algunas de las innumerables obras nacidas de su creatividad, elegancia e ingenio. La papiroflexia surgió en China, la popularizó Japón y hoy se asienta en España de la mano de Anaquiños de Papel, conquistando marcas como Cartier o Porcelanosa. En los dedos de Cristina y Beatriz el papel florece y su ejercicio se convierte en una pócima antiestrés. El valle y la montaña son las dos dobleces que en el horizonte gallego alcanzan la fuerza del Big Bang. La física de sus pliegues y el sinfín de ecuaciones que de ellas se desprenden han conseguido convertir el entretenimiento en vocación y la vocación en estilo de vida. La belleza de Oriente y el alma gallega se articulan formando el ADN de estas apasionadas artesanas.
Toda historia que se precie tiene un inicio y el de esta original marca arranca cuando Beatriz buscaba estructuras y diseños para sus clases de Arquitectura. Ahí descubrió el origami y comenzó a explorarlo creando sensacionales figuras tridimensionales de papel. Su familia se sentía tan orgullosa de lo que hacía que le animó a crear un blog para compartir sus creaciones; su nombre fue Anaquiños de Papel. Plegar se tradujo en un ejercicio de paz mental, un entorno zen al que se sumó Cristina. Entonces no contaban con referentes españoles, todas las ideas de las que se nutrían provenían de vídeos de YouTube y blogs extranjeros. Las dudas que surgían las resolvían con intuición. De esta manera brotaron las poderosas raíces de este proyecto con alma. Los vaivenes económicos que atravesaba el país, la precariedad laboral como recién licenciadas y el éxito de su artesanía fueron motivos más que suficientes para que se lanzaran a dar un paso más. Sin darse cuenta comenzaron a recibir sus primeros encargos para particulares y empresas. Tras ello les escribió Vogue pidiéndoles material para publicar en su revista. En agosto de 2014, Anaquiños desplegaba sus alas dejándose guiar por esa sensación de orgullo e ilusión que sintieron al vender su primer encargo y que nunca les ha abandonado. Es la brújula que marca su camino.
El año 2023 ha estado repleto de momentos inolvidables. Grandes marcas como Zara, Bombay Sapphire, Kave Home, Swarovski o Porcelanosa han querido contar con el talento de Cristina y Beatriz en sus campañas, demostraciones en directo y talleres. De esta forma Anaquiños ha creado una flor Muscari y volado hasta el corazón de Nueva York para crear preciosos adornos navideños. Esos días las manos de Cristina bombearon mensajes de paz y esperanza, no hubo rincón de la ciudad al que no llegasen sus ángeles de papel. Sin embargo, las hermanas Velasco Mora aún recuerdan lo duro que fueron los primeros años como emprendedoras. En esta entrevista para Ikigai Magazine nos cuentan que “hay que estar preparado para eso porque es una absoluta supervivencia y resistencia”. El apoyo más importante lo recibieron de sus padres. Cuando les pedimos un consejo para quienes se inician en profesiones artísticas nos dicen “que se rodeen de gente buena, positiva, porque los inicios son muy duros. Que hagan plan de empresa, que hagan números porque, aunque sea duro es lo mejor para ser realista y sobre todo, que confíen en ellos mismos y en su intuición”.
El proceso creativo es diferente en cada proyecto. Primero estudian con meticulosidad lo que les pide el cliente, hacen una valoración del papel, la viabilidad y las técnicas a emplear. Cristina nos cuenta que al tocarlo ya sabe para qué le puede servir. Es una sensación instintiva, “en cuanto lo veo mi mente empieza a trabajar y a pensar en cómo puedo hacerlo paso a paso”. Preocupadas por la sostenibilidad y el medio ambiente, siempre han utilizado el papel imprescindible, reciclado o procedente de bosques sostenibles. En este sentido nos cuentan que la industria evoluciona positivamente, reduciendo los litros de agua para la producción y utilizando tintes naturales. Como tendencia para este 2024 apuestan por la simplicidad, el menos es más.
Dice una leyenda japonesa que cuando pliegas mil grullas de papel se te concede un deseo. Cristina y Beatriz lo hicieron para decorar el desfile de Lorena de Dios en la Madrid Fashion Show. Treinta y cuatro mil dobleces han servido para asegurar un futuro que hoy podríamos adivinar con las iniciales de sus apellidos. Velasco Mora, el valle y la montaña. Un destino que estaba marcado en las partículas subatómicas de sus apellidos, solo había que esperar su particular Big Bang para extender galaxias enteras de flores o estrellas propias. Nebulosas de ideas coloreadas de vida.
Texto: Clara Colorado
Fotografías: @parrancho / @celiasuarez / @susanarios / @eduardo_nuca / @rayonubesol_photo