" BUSCAMOS QUE LA PLANTA ESTÉ CONTENTA Y EL CLIENTE, TAMBIÉN. QUEREMOS AYUDAR A LA GENTE A DESARROLLAR ESE AMOR POR LAS PLANTAS QUE NOSOTROS SENTIMOS, A ENTENDER LO BELLO QUE PUEDE SER ESTABLECER UNA CONEXIÓN ASÍ CON OTRO SER VIVO."
P oder hacer de tu pasión tu trabajo es una de esas cosas que a muchas personas les suena a sueño cumplido. Como todo lo que merece la pena, requiere grandes dosis de esfuerzo, algo de suerte y mucho valor. Jesús y Pancho, la pareja detrás de Casa Protea, una coqueta tienda de plantas y espacio creativo en el barcelonés barrio de Gràcia, saben bien lo que es embarcarse en una aventura así. Después de muchos años trabajando en galerías (Jesús) y estudios de arquitectura y paisajismo (Pancho), decidieron unir fuerzas y construir algo juntos. Ambos tenían en común el profundo amor que sentían hacia sus abuelas, de quienes heredaron su amor y dedicación a las plantas, por lo que el camino parecía claro.
“Cuando nos fuimos a vivir juntos en Santiago de Chile, las plantas invadieron nuestro hogar rápidamente; de este modo, y sin que fuésemos plenamente conscientes de ello, se fueron sentando las bases de lo que después sería Casa Protea,” comparte Jesús. “Queríamos iniciar un proyecto donde poner en práctica nuestra visión botánica a través de nuestra experiencia en los campos del arte y la arquitectura. Con esta idea en mente, comenzamos a dedicar cada vez más tiempo a nuestra pasión y de a poco esta se convirtió en nuestra nueva profesión.”
Como Pancho y Jesús dicen, Casa Protea echó raíces en Santiago y germinó en Barcelona, en su céntrica tienda de Gràcia. La transición entre Chile y España les resultó sencilla y agradable, y les permitió empezar a vivir del modo en que deseaban: disfrutando de la vida de barrio, desplazándose casi siempre andando o en bicicleta y pudiendo llegar de su apartamento al local donde se ubica Casa Protea dando un paseo de poco más de 5 minutos. Un entorno ideal para el desarrollo de un negocio como el que habían iniciado. Poco a poco, fueron dando forma entre los dos a un espacio en el que las plantas son las protagonistas y donde todas aquellas personas interesadas en este mundo pueden reunirse, compartir sus conocimientos y seguir aprendiendo sobre botánica, decoración y paisajismo.
“Una parte importante de Casa Protea son nuestros talleres, donde distintos especialistas comparten sus experiencias, siempre con algún tipo de vínculo con el mundo vegetal, con un público variado” nos cuenta Jesús. “También llevamos a cabo proyectos de indoor landscaping y aconsejamos a nuestros clientes sobre distintas formas de hacer sus hogares o sus espacios de trabajo más agradables. Probablemente por nuestra formación y experiencias previas, diseñar con plantas nos resulta muy interesante y motivador. Por otro lado, hemos ido estableciendo vínculos con muchos viveristas y cultivadores a lo largo de estos últimos años, a tal punto que muchos de ellos se han convertido en buenos amigos. Gracias a estas conexiones, contamos en la actualidad con un pequeño espacio que utilizar como vivero, y ahí cultivamos especies exóticas y rarezas que vamos encontrando. También guardamos ejemplares de nuestra colección personal”. Jesús sonríe y nos confiesa, “Inevitablemente, nos hemos convertido en coleccionistas de plantas.”
Los cambios sobrevenidos a causa de la pandemia llevaron a Jesús y Pancho a reinventarse y abrir una tienda online, la cual les ha ayudado a ganar nuevos clientes en todos los rincones del país. Han puesto en marcha asimismo talleres online y actividades en empresas.
“Nuestro sueño es seguir llenando de vida hogares, espacios de trabajo y lugares de ocio, apostando siempre por el cultivo local y un enfoque totalmente personalizado”, indica Jesús. “Además, dentro de poco nos vamos a adentrar junto con dos socios más en una iniciativa que nos tiene muy ilusionados: la fundación de una asociación botánica, Káktos. Nuestra idea es que se convierta en un oasis en medio del Eixample, un espacio de encuentro para los amantes de la naturaleza donde puedas desconectar y tomar un buen café o una copa rodeado de plantas. Ya estamos diseñando una completa programación cultural, gastronómica y de coctelería que muy pronto podremos compartir. 2022 se presenta repleto de retos apasionantes.”
Fotografías: Casa Protea
" BUSCAMOS QUE LA PLANTA ESTÉ CONTENTA Y EL CLIENTE, TAMBIÉN. QUEREMOS AYUDAR A LA GENTE A DESARROLLAR ESE AMOR POR LAS PLANTAS QUE NOSOTROS SENTIMOS, A ENTENDER LO BELLO QUE PUEDE SER ESTABLECER UNA CONEXIÓN ASÍ CON OTRO SER VIVO."
P oder hacer de tu pasión tu trabajo es una de esas cosas que a muchas personas les suena a sueño cumplido. Como todo lo que merece la pena, requiere grandes dosis de esfuerzo, algo de suerte y mucho valor. Jesús y Pancho, la pareja detrás de Casa Protea, una coqueta tienda de plantas y espacio creativo en el barcelonés barrio de Gràcia, saben bien lo que es embarcarse en una aventura así. Después de muchos años trabajando en galerías (Jesús) y estudios de arquitectura y paisajismo (Pancho), decidieron unir fuerzas y construir algo juntos. Ambos tenían en común el profundo amor que sentían hacia sus abuelas, de quienes heredaron su amor y dedicación a las plantas, por lo que el camino parecía claro.
“Cuando nos fuimos a vivir juntos en Santiago de Chile, las plantas invadieron nuestro hogar rápidamente; de este modo, y sin que fuésemos plenamente conscientes de ello, se fueron sentando las bases de lo que después sería Casa Protea,” comparte Jesús. “Queríamos iniciar un proyecto donde poner en práctica nuestra visión botánica a través de nuestra experiencia en los campos del arte y la arquitectura. Con esta idea en mente, comenzamos a dedicar cada vez más tiempo a nuestra pasión y de a poco esta se convirtió en nuestra nueva profesión.”
Como Pancho y Jesús dicen, Casa Protea echó raíces en Santiago y germinó en Barcelona, en su céntrica tienda de Gràcia. La transición entre Chile y España les resultó sencilla y agradable, y les permitió empezar a vivir del modo en que deseaban: disfrutando de la vida de barrio, desplazándose casi siempre andando o en bicicleta y pudiendo llegar de su apartamento al local donde se ubica Casa Protea dando un paseo de poco más de 5 minutos. Un entorno ideal para el desarrollo de un negocio como el que habían iniciado. Poco a poco, fueron dando forma entre los dos a un espacio en el que las plantas son las protagonistas y donde todas aquellas personas interesadas en este mundo pueden reunirse, compartir sus conocimientos y seguir aprendiendo sobre botánica, decoración y paisajismo.
“Una parte importante de Casa Protea son nuestros talleres, donde distintos especialistas comparten sus experiencias, siempre con algún tipo de vínculo con el mundo vegetal, con un público variado” nos cuenta Jesús. “También llevamos a cabo proyectos de indoor landscaping y aconsejamos a nuestros clientes sobre distintas formas de hacer sus hogares o sus espacios de trabajo más agradables. Probablemente por nuestra formación y experiencias previas, diseñar con plantas nos resulta muy interesante y motivador. Por otro lado, hemos ido estableciendo vínculos con muchos viveristas y cultivadores a lo largo de estos últimos años, a tal punto que muchos de ellos se han convertido en buenos amigos. Gracias a estas conexiones, contamos en la actualidad con un pequeño espacio que utilizar como vivero, y ahí cultivamos especies exóticas y rarezas que vamos encontrando. También guardamos ejemplares de nuestra colección personal”. Jesús sonríe y nos confiesa, “Inevitablemente, nos hemos convertido en coleccionistas de plantas.”
Los cambios sobrevenidos a causa de la pandemia llevaron a Jesús y Pancho a reinventarse y abrir una tienda online, la cual les ha ayudado a ganar nuevos clientes en todos los rincones del país. Han puesto en marcha asimismo talleres online y actividades en empresas.
“Nuestro sueño es seguir llenando de vida hogares, espacios de trabajo y lugares de ocio, apostando siempre por el cultivo local y un enfoque totalmente personalizado”, indica Jesús. “Además, dentro de poco nos vamos a adentrar junto con dos socios más en una iniciativa que nos tiene muy ilusionados: la fundación de una asociación botánica, Káktos. Nuestra idea es que se convierta en un oasis en medio del Eixample, un espacio de encuentro para los amantes de la naturaleza donde puedas desconectar y tomar un buen café o una copa rodeado de plantas. Ya estamos diseñando una completa programación cultural, gastronómica y de coctelería que muy pronto podremos compartir. 2022 se presenta repleto de retos apasionantes.”
Fotografías: Casa Protea