"PARA ABRAZAR LO QUE VERDADERAMENTE SIGNIFICA EL TAN MANIDO Y A MENUDO MAL UTILIZADO CONCEPTO DE LA SOSTENIBILIDAD, ES IMPRESCINDIBLE GENERAR TODO UN ECOSISTEMA DE CAMBIOS QUE PROMUEVA UNA NUEVA MANERA DE HACER LAS COSAS".
L a cultura y las tradiciones de un país pueden inspirar y unir a las personas para vivir un modo más sostenible; Zhang Xing, Pauline Ferrières y Adriana Cagigas están convencidos de ello. Esta idea los llevó a fundar en 2019 Deyi Living, un estudio de diseño regenerativo cuyo fin es conservar el patrimonio textil de la provincia china de Guizhou y transmitir los valores de sus habitantes a una sociedad confrontada con numerosos retos ecosociales.
“Tras graduarme en diseño de moda en Madrid, estudié el textil tradicional chino en Nanjing y me enamoré del país. Fue precisamente China lo que me unió a Pauline y Zhang Xing, que ya colaboraban en distintos proyectos creativos en Beijing,” nos cuenta Adriana. “Buscando conocer en profundidad el patrimonio textil y étnico del país, en abril de 2019 recorrimos las provincias de Guangxi y Guizhou en busca de artesanos que quisieran compartir con nosotros su sabiduría. Ese viaje nos transformó por completo. Visitamos muchos pueblos y nos dimos cuenta de lo difícil que resulta encontrar personas que sigan dedicadas a este oficio, pues la mayor parte de los jóvenes se ha ido a las grandes ciudades para trabajar en sectores al alza, dejando atrás una población muy envejecida que ve peligrar sus tradiciones. Sentimos entonces que debíamos hacer algo al respecto, y creímos que el diseño podía ser el instrumento ideal.”
Así, los tres socios comenzaron a desarrollar un proyecto de diseño ético cuyo fin era preservar la artesanía textil de estas provincias del sur de China empoderando a las comunidades locales y contribuyendo a su desarrollo social y económico. Sin embargo, tras participar en dos ediciones de la Semana de la Moda de Madrid (MBFW Madrid), decidieron que era necesario dar un paso más y adoptar un enfoque más transformador para conseguir tener un impacto más profundo.
El interiorismo y la difusión de la cultura tradicional del país asiático se unieron de este modo al diseño de moda, convirtiendo a Deyi Living en un proyecto más amplio. Su fin es abordar la búsqueda de la sostenibilidad desde diversas perspectivas y ofrecer un variado conjunto de experiencias que tejen un viaje a través de la tradición étnica y humanista china. Como nos explica Adriana, “Nuestro objetivo en este momento es co-crear una nueva dimensión del ser en espacios, objetos y personas, en una búsqueda continua de la plenitud y el bienestar. Pretendemos llevarlo a cabo por medio de la observación de la naturaleza y la conexión con tradiciones que aún son grandes desconocidas para la mayor parte de las personas y que, en nuestra opinión, pueden aportar puntos de vista muy enriquecedores. La filosofía tradicional china puede ser muy útil para transformar nuestra forma de articular la vida y permitirnos adoptar hábitos más sostenibles.”
Deyi Living se articula en la actualidad en tres áreas, ideadas a modo de etapas de un mismo viaje: Think China, un espacio de encuentro, conversación y debate estructurado alrededor de un programa de cursos y actividades; Feel China, que nos acerca a la artesanía china a través de sus materias primas textiles, cerámicas, inciensos y tés, y Live China, centrada en el diseño y creación de espacios que habitar en armonía y plenitud.
Adriana no oculta su pasión por el proyecto: “Hemos conseguido poner en marcha una cooperativa de tejedoras en Guizhou, acabamos de abrir un espacio físico en el centro de Madrid y estamos estableciendo alianzas estratégicas con otras empresas e instituciones, tanto en España como en China, para seguir creciendo en los sectores del diseño de interiores y las experiencias educacionales. Además, estamos esforzándonos por cumplir todos los parámetros necesarios para conseguir la certificación B Corp,” nos cuenta con una sonrisa. “No siempre es fácil gestionar todo estando los tres socios en tres países y dos continentes distintos, pero hemos superado las dificultades del año pasado razonablemente bien y el futuro se presenta muy esperanzador e ilusionante.”
Texto: Jose María Sainz-Maza Del Olmo
Fotografías: Irene Palacio López
"PARA ABRAZAR LO QUE VERDADERAMENTE SIGNIFICA EL TAN MANIDO Y A MENUDO MAL UTILIZADO CONCEPTO DE LA SOSTENIBILIDAD, ES IMPRESCINDIBLE GENERAR TODO UN ECOSISTEMA DE CAMBIOS QUE PROMUEVA UNA NUEVA MANERA DE HACER LAS COSAS".
L a cultura y las tradiciones de un país pueden inspirar y unir a las personas para vivir un modo más sostenible; Zhang Xing, Pauline Ferrières y Adriana Cagigas están convencidos de ello. Esta idea los llevó a fundar en 2019 Deyi Living, un estudio de diseño regenerativo cuyo fin es conservar el patrimonio textil de la provincia china de Guizhou y transmitir los valores de sus habitantes a una sociedad confrontada con numerosos retos ecosociales.
“Tras graduarme en diseño de moda en Madrid, estudié el textil tradicional chino en Nanjing y me enamoré del país. Fue precisamente China lo que me unió a Pauline y Zhang Xing, que ya colaboraban en distintos proyectos creativos en Beijing,” nos cuenta Adriana. “Buscando conocer en profundidad el patrimonio textil y étnico del país, en abril de 2019 recorrimos las provincias de Guangxi y Guizhou en busca de artesanos que quisieran compartir con nosotros su sabiduría. Ese viaje nos transformó por completo. Visitamos muchos pueblos y nos dimos cuenta de lo difícil que resulta encontrar personas que sigan dedicadas a este oficio, pues la mayor parte de los jóvenes se ha ido a las grandes ciudades para trabajar en sectores al alza, dejando atrás una población muy envejecida que ve peligrar sus tradiciones. Sentimos entonces que debíamos hacer algo al respecto, y creímos que el diseño podía ser el instrumento ideal.”
Así, los tres socios comenzaron a desarrollar un proyecto de diseño ético cuyo fin era preservar la artesanía textil de estas provincias del sur de China empoderando a las comunidades locales y contribuyendo a su desarrollo social y económico. Sin embargo, tras participar en dos ediciones de la Semana de la Moda de Madrid (MBFW Madrid), decidieron que era necesario dar un paso más y adoptar un enfoque más transformador para conseguir tener un impacto más profundo.
El interiorismo y la difusión de la cultura tradicional del país asiático se unieron de este modo al diseño de moda, convirtiendo a Deyi Living en un proyecto más amplio. Su fin es abordar la búsqueda de la sostenibilidad desde diversas perspectivas y ofrecer un variado conjunto de experiencias que tejen un viaje a través de la tradición étnica y humanista china. Como nos explica Adriana, “Nuestro objetivo en este momento es co-crear una nueva dimensión del ser en espacios, objetos y personas, en una búsqueda continua de la plenitud y el bienestar. Pretendemos llevarlo a cabo por medio de la observación de la naturaleza y la conexión con tradiciones que aún son grandes desconocidas para la mayor parte de las personas y que, en nuestra opinión, pueden aportar puntos de vista muy enriquecedores. La filosofía tradicional china puede ser muy útil para transformar nuestra forma de articular la vida y permitirnos adoptar hábitos más sostenibles.”
Deyi Living se articula en la actualidad en tres áreas, ideadas a modo de etapas de un mismo viaje: Think China, un espacio de encuentro, conversación y debate estructurado alrededor de un programa de cursos y actividades; Feel China, que nos acerca a la artesanía china a través de sus materias primas textiles, cerámicas, inciensos y tés, y Live China, centrada en el diseño y creación de espacios que habitar en armonía y plenitud.
Adriana no oculta su pasión por el proyecto: “Hemos conseguido poner en marcha una cooperativa de tejedoras en Guizhou, acabamos de abrir un espacio físico en el centro de Madrid y estamos estableciendo alianzas estratégicas con otras empresas e instituciones, tanto en España como en China, para seguir creciendo en los sectores del diseño de interiores y las experiencias educacionales. Además, estamos esforzándonos por cumplir todos los parámetros necesarios para conseguir la certificación B Corp,” nos cuenta con una sonrisa. “No siempre es fácil gestionar todo estando los tres socios en tres países y dos continentes distintos, pero hemos superado las dificultades del año pasado razonablemente bien y el futuro se presenta muy esperanzador e ilusionante.”
Texto: Jose María Sainz-Maza Del Olmo
Fotografías: Irene Palacio López